Vivimos en un lugar con una fuerte temporalidad. Aquí, existe un momento para disfrutar del aire, la playa, y el paraíso que nos rodea. Un tiempo de compartir, de encontrarse con amigos, y disfrutar de la noche y las estrellas. Pero también hay inviernos crudos, con un viento del sur constante que trae caricias antárticas. Una humedad penetrante que se apodera de todo y la imperiosa necesidad de guardarse.

La Laguna
El terreno del cual partimos se encuentra ubicado a muy pocos metros de la Laguna del Diario rodeado por un ecosistema de bañado, humedales y canelones. Se ubica en la transición de la laguna y el mar.

El Proyecto
El proyecto optimiza los recursos, haciendo hincapié en la implantación, los tiempos y la durabilidad. Y aprovecha el asoleamiento y el uso de la tecnología para minimizar pérdidas energéticas.
Busca ser el punto de partida para el crecimiento y mejoras futuras. A partir de un área muy pequeña evolucionará según las necesidades. Su implantación, disposición y armado buscan poder adaptarse a los futuros posibles que se sucedan.
Su vínculo con el exterior marca la oposición entre lleno y vacío. Espacio cerrado interior y exterior abierto.

Refugio vs mundo exterior.
La vida al aire libre se dará de manera natural, se generará como necesidad colonizadora del mundo exterior, propio de la lógica de balneario.
A veces lo único que se necesita es un lugar calentito donde pasar el invierno. Un resguardo interior. Porque luego, todo lo demás está ahí fuera, y la naturaleza circundante pasa a ser también casa.