“Recomendaría siempre tener una arquitecto, con buena disposición, amigable, empático, versátil. Se genera un vínculo muy lindo y es tu guía. Tuve la suerte de que esa persona para mí sea prácticamente familia. Hacer la casa propia es un viaje maravilloso, tiene algunos momentos que no son fáciles, pero tener apoyo lo hace más sencillo. Están las cosas con las que uno sueña, las cosas que se pueden, las que no y en medio de todo eso, estuvo Maria del Mar”
Vanessa Fandiño